Estudiar sin un plan de actuación es tan ineficaz como un libro con las páginas desordenadas o una bicicleta con las piezas descolocadas. Estas son algunas propuestas:
1. Elabórate un horario fijo, escrito, en el que distribuyas el tiempo de estudio según las materias. Tu primer logro será empezar a estudiar en la hora prevista, ni un minuto después.
2. Organiza tu tiempo de estudio. Una vez que has conseguido sentarte delante de los libros a la hora que te habías fijado, deberás organizar un plan de trabajo diario, claro y sencillo, para saber en cada momento lo que vas a hacer. Las agendas ayudan mucho.
3. Ante todo, no te quedes en la teoría. Lo más importante de un plan de trabajo es cumplirlo siempre: una excelente planificación que no se cumple no sirve para nada. Seguro que se te van a ocurrir muchas excusas, que no razones, para posponer el tiempo de estudio. Ahí es donde tienes que concentrar todos tus esfuerzos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario